Verdad: Pilar inquebrantable de la justicia y resultado de una búsqueda diligente
«La búsqueda diligente de la verdad es un tributo a la dignidad humana y a la garantía de derechos fundamentales»
La verdad, según la Real Academia Española, es la «conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente». Esta noción se origina del término latino "veritas", ligado a "verus", que denota autenticidad o realidad. Así, la verdad es esa búsqueda incesante de correspondencia entre lo que se declara y la genuina naturaleza de los hechos, un pilar fundamental para la justicia y la rectitud en cualquier ámbito.
En cada proceso legal, ya sea penal, administrativo o disciplinario, se consolida como un derecho inalienable la búsqueda de la verdad. Esta no puede ser producto de meras conjeturas o interpretaciones subjetivas; requiere pruebas fehacientes y objetivas. El propósito radica en determinar con certeza si las alegaciones y afirmaciones son veraces y se corresponden con la realidad. Este proceso es esencial para alcanzar una verdad procesal sólida y justa.
El derecho a la verdad no solo implica descubrir los hechos, sino también una investigación diligente que busque la objetividad y evite los prejuicios. Además, esta búsqueda de la verdad está ligada a la reparación por sanciones injustas: la imposición de penas sin una base fáctica robusta puede resultar en graves perjuicios. Los errores en la administración de justicia deben ser enmendados, y quienes actúen con arbitrariedad o negligencia deben rendir cuentas por sus acciones.
Es fundamental que tanto el fiscal como el juez se apeguen a estándares éticos y profesionales en el ejercicio de sus funciones. Decisiones arbitrarias o carentes de fundamento afectan la credibilidad del sistema legal y, por ende, la confianza de la ciudadanía en la justicia misma. En este sentido, garantizar que quienes manejan el peso de la ley también sean responsables por sus acciones es esencial para mantener la integridad del sistema judicial y salvaguardar los derechos de todos los involucrados en un proceso legal.
Solo una búsqueda diligente y objetiva de la verdad, respaldada por pruebas fehacientes y un manejo ético y profesional de las autoridades judiciales, garantizará una administración de justicia justa y equitativa para todos los ciudadanos.
En cada proceso legal, la verdad es el cimiento sobre el que se construye la justicia. Buscarla no es solo una responsabilidad legal, es un compromiso con la equidad y la integridad. La búsqueda diligente de la verdad es un tributo a la dignidad humana y a la garantía de derechos fundamentales. Recordemos siempre que una verdad justa y demostrable es la única vía para una justicia imparcial y equitativa, una justicia que responde a las necesidades de una sociedad que clama por transparencia, equidad y dignidad para todos.
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