Desafíos en la presunción de inocencia del policía peruano al usar su arma de fuego
«La acción policial que resulte en lesiones o muerte a delincuentes armados que se enfrenten no debe conllevar automáticamente la detención o prisión preventiva del agente, ya que la seguridad pública es prioritaria ante estas amenazas»
En Perú, el debate sobre el uso legítimo del arma de fuego por parte de la Policía Nacional ha generado una constante discusión en el ámbito de los derechos humanos y la aplicación de la ley. Uno de los aspectos cruciales es la presunción reforzada de inocencia del policía que se ve obligado a utilizar su arma de fuego en circunstancias de hechos delictivos, y como resultado de la intervención policial –forzosa– ocasiona lesiones o incluso la lamentable pérdida de vidas.
Es fundamental reconocer que el ejercicio de la labor policial no se restringe a un horario específico. Un policía, aún en su día de descanso, asume una responsabilidad continua en la protección y salvaguarda de la comunidad. Es así como, ante un acto delictivo o una situación que ponga en peligro a la sociedad, el policía tiene el deber y la obligación de intervenir, incluso fuera de su horario regular.
Sin embargo, este deber no está exento de riesgos y dilemas éticos. Cuando un policía se ve compelido a emplear su arma de fuego en el cumplimiento de su deber, se desencadena una serie de interrogantes éticas y legales. ¿Cómo equilibrar el deber de proteger a la sociedad con el respeto absoluto por los derechos humanos? ¿Cómo se preserva la integridad del policía en situaciones de confrontación?
La presunción reforzada de inocencia es un principio esencial que busca garantizar que el policía, en el ejercicio de sus funciones, no sea tratado como culpable automáticamente por el solo hecho de haber empleado su arma de fuego. Este principio establece que se debe presumir su inocencia hasta que se demuestre lo contrario, reconociendo las condiciones desafiantes y peligrosas que enfrentan en el cumplimiento de su deber.
Sin embargo, esta presunción no exime al sistema de justicia y a las autoridades de realizar investigaciones exhaustivas e imparciales para determinar la legitimidad y proporcionalidad del uso del arma de fuego por parte del efectivo policial. La transparencia en estas investigaciones es fundamental para salvaguardar tanto los derechos de los ciudadanos como los derechos y la integridad de los policías involucrados.
El análisis de estas situaciones requiere un enfoque integral que considere no solo las circunstancias inmediatas del evento, sino también los procedimientos de entrenamiento, protocolos de actuación y el respeto absoluto por los derechos humanos en cualquier escenario.
En última instancia, la discusión sobre el uso legítimo del arma de fuego por parte de la Policía Nacional del Perú debe ser abordada con un equilibrio entre la protección de la sociedad y el respeto inquebrantable por los derechos humanos. La presunción reforzada de inocencia es un primer paso para garantizar un tratamiento justo y equitativo a los policías peruanos, pero es esencial que esta presunción sea respaldada por investigaciones rigurosas y transparentes que garanticen la justicia para todos los involucrados.
Cuando un delincuente armado confronta a la Policía, el riesgo es inminente. La acción policial para garantizar la seguridad de los demás puede resultar en la pérdida trágica de vidas. No obstante, es fundamental comprender que esta situación no debe ser automáticamente considerada como un delito por parte del policía involucrado. La protección de la ciudadanía puede llevar a situaciones límite donde la preservación de la seguridad colectiva prevalezca, incluso ante la fatalidad de la intervención policial.
En síntesis, es crucial no detener ni solicitar, menos someter automáticamente a prisión preventiva al policía que, en el cumplimiento de su deber, causa lesiones o muerte durante una intervención. Esto garantiza una justicia que considera el contexto y la legitimidad de la acción policial, respetando la presunción de inocencia y el papel esencial de la Policía Nacional del Perú en salvaguardar la seguridad pública.
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